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Cómo financiar un centro de entrenamiento personal

¿Cuánto cuesta montar un centro de entrenamiento personal?

Casi con toda seguridad, ha sido ésta la pregunta que te ha traído hasta este rincón de capitanpt.com, titulado «¿Cómo financiar un centro de entrenamiento personal?¨. Si no ha sido así, entonces lo más probable es que estés buscando respuesta a una pregunta del tipo: ¿cuánto cuesta montar un centro de entrenamiento personal? ¿cuánto cuesta montar un centro de Crossfit?, ¿cuánto cuesta montar un centro de Pilates?, ¿cuánto cuesta montar un centro de Yoga? etc.

Por supuesto, la respuesta correcta es: “depende”. Como es lógico, cada caso en concreto tiene una contestación diferente, ya que ella depende del tamaño del local, de la renta que tengas de pagar, de la obra que tengas que hacer para acondicionar el local, del tipo de materiales que utilices, etc.

Sin embargo, la mayoría de los negocios relacionados con estas actividades y con este formato de estudio o centro, habitualmente no necesitan de una inversión superior a los 100.000€; pudiendo llegar a ser bastante menor si se realiza una buena selección del local y de su acondicionamiento enfocado en las necesidades del cliente. Si sigues los pasos de “El Método Capitán PT: Cómo Vivir del Entrenamiento Personal” para el diseño de tu negocio de entrenamiento personal tus gastos necesarios para montar tu centro y realizar su lanzamiento, pueden reducirse hasta en un 40%. De esta manera, si se dan las circunstancias adecuadas, y se trabaja de la manera pertinente, podrás tener tu local funcionando por poco más de 25.000€.

Una vez que hayas realizado tu modelo y tu plan de negocio, y tengas la cantidad más o menos exacta del dinero que vas a necesitar para abrir tu estudio de entrenamiento personal, ha llegado el momento de conseguir la financiación necesaria.

¿Cómo conseguir financiación para crear una empresa de entrenamiento personal?

La totalidad de los fundadores de las nuevas instalaciones de entrenamiento personal han tenido que recurrir a uno o más, de los siguientes métodos de financiación para poder construir su sueño profesional de vivir del fitness: Financiación propia, Financiación de particulares, Financiación Bancaria y Ayudas y Subvenciones. A continuación vamos a ver cada una de las opciones con un poco más de detalle: 

Financiación propia para tu proyecto de fitness.

Esta es la más sencilla de conseguir, si existe. Al hablar de financiación propia nos estamos refiriendo al dinero de que dispones (tus ahorros) para invertir en tu proyecto. Es imprescindible que inviertas en tu propio negocio, pues si no confías en sacarlo adelante y recuperar con creces ese dinero que has invertido, te resultará muy difícil convencer a otros para que lo hagan en tu lugar.

No existe ninguna cantidad que debas invertir obligatoriamente, pero la mayoría de los expertos recomiendan que al menos sea un 25% del total de la inversión que haya que realizar. Contar con este porcentaje, y estar dispuesto a utilizarlo para lanzar tu proyecto, te ayudará a convencer a otros para que se decidan a invertir en tu sueño. Seamos sinceros, si tú no estás dispuesto a arriesgar tus ahorros en tu propio negocio, te resultará imposible convencer a otros para que lo hagan.

Disponer de algo de dinero para invertir es muy positivo, no sólo porque tendrás que conseguir menos dinero, sino ello te dará mayor credibilidad y fuerza a la hora de convencer a inversores particulares, bancos y administraciones. Se sentirán más confiados si el dinero que se invierte en tu proyecto no es sólo el suyo, sino también el tuyo.

Existe la posibilidad de que en vez de dinero, tu inversión la realices en podrás otro tipo de bienes que ya poseas: un local, maquinaria de entrenamiento, un vehículo, alguna clase de equipo informático, etc.

De la misma manera que tener ahorros personales nos da seguridad financiera y nos permite emprender con mayor facilidad, desde el momento en que tu negocio empiece a generar ingresos, debes plantearte ahorrar parte de esos ingresos para tener un colchón que te permita afrontar los posibles momentos difíciles que suelen plantearse a todas la empresas, o para poder realizar las inversiones necesarias para hacer crecer tu negocio.

Financiación de Particulares para tu centro de vida saludable.

Una vez que descubrimos que con nuestros fondos propios no podemos afrontar la financiación de nuestro proyecto, la segunda opción de financiación que suele utilizarse es recurrir a lo que lo que es conocido en el mundo anglosajón con el término «Family, Fools and Friends», cuya traducción sería «Familiares, Chiflados y Amigos”. Como su propio nombre indica, las personas a las que debes recurrir para lograr este tipo de financiación son aquellas que o bien son parte de tu círculo directo de relaciones, e incluso del indirecto (familiares y conocidos de tus familiares y conocidos), que pueden estar interesadas en invertir en tu negocio. El apoyo, es algo más fácil de conseguir que el financiación bancaria ya que estas personas suelen querer apoyarte para que puedas lograr tu sueño, porque confian en ti, o porque tu proyecto les resulte interesante y están dispuestos a respaldarlo para obtener algún tipo de rentabilidad.

Como en el caso de la financiación propia, no es necesario que esta financiación consista exclusivamente en aportar dinero, también ayuda mucho si se prestan a ser el avalista que necesitas para que el banco se decida a prestarte la cantidad de dinero que le has pedido; también puede ser alguna aportación en bienes que necesites para la actividad de tu proyecto. 

No suele ser fácil que la gente se preste a realizarte un préstamo privado sin intereses (salvo en determinados casos de familiares directos), la mayoría de la veces, quien te financie querrá algo a cambio (no debes molestarte por ello, es algo lógico y razonable). Lo más normal es que quieran ser socios de tu proyecto, lo que hará imprescindible crear una sociedad para formalizarlo todo y que no haya equívocos.

Respecto a los “chiflados” (que no lo suelen ser tanto), en los últimos años se está poniendo de moda las fórmulas de financiación alternativas como el crowdfunding o micromecenazgo. Si vamos a la Wikipedia, la definición que encontramos es la siguiente:

“El micromecenazgo, crowdfunding o financiación colectiva, es un mecanismo colaborativo de financiación de proyectos. El mismo prescinde de la tradicional intermediación financiera, y consiste en poner en contacto promotores de proyectos que demandan fondos mediante la emisión de valores y participaciones sociales o mediante la solicitud de préstamos, con inversores u ofertantes de fondos que buscan en la inversión un rendimiento. En dicha actividad sobresalen dos características, como son: la unión masiva de inversores que financian con cantidades reducidas pequeños proyectos de alto potencial y el carácter arriesgado de dicha inversión.

En términos generales, el micromecenazgo consiste en la difusión pública, por parte de la persona que busca financiación, de la causa o negocio por el que brega, y la financiación mancomunada por parte de prestamistas independientes que simplemente simpatizan con la causa, o persiguen un crédito ofrecido por el prestatario. Dado que gran parte del éxito de esta forma de financiación descansa en la publicidad que se da al proyecto, las plataformas de financiación colectiva más importantes en la actualidad tienen soporte en Internet, por su alcance multitudinario y su bajo costo comparativo.”

El acceso a este tipo de financiación suele realizarse habitualmente a través de una página web especialmente diseñada para facilitar este tipo de relaciones. Puedes encontrar varias fácilmente a través del buscador de Google, o cualquier otro. 

Financiación bancaria para tu estudio de entrenamiento personal.

Antes o después es algo que tendrás que solicitar, al igual que muchos otros autónomos, emprendedores y pequeñas o grandes empresas; por lo que, aunque puedas dar inicio a tu proyecto sin este tipo de financiación, es imprescindible que tengas unos conocimientos mínimos sobre cómo solicitarla.

Todo el mundo te dirá que es complicada su gestión, pero ello no indica que sea especialmente complicada de conseguir si haces las cosas medianamente bien. Al fin y al cabo, uno de los pilares del negocio de los bancos es el préstamo de dinero para proyectos como el tuyo.

Lo primero que has de decidir es qué tipo de financiación necesitas: 

Préstamos para tu boutique de entrenamiento funcional:

En ellos puedes elegir entre diferentes opciones:

Préstamos a medio y largo plazo: como bien sabes, el banco te dejará el dinero que le solicites a cambio de que se lo devuelvas incrementado en un porcentaje (interés). El tipo de interés puede ser fijo o variable, decidirse por uno u otro dependerá de la coyuntura económica de cada momento.

Pólizas de crédito: es una especialidad que deberás utilizar cuando tengas pensado devolver el dinero en un corto periodo de tiempo, ya que este tipo de contrato no suele superar el año de duración. en el que la entidad financiera pone dinero a tu disposición una determinada cantidad de dinero.

Su funcionamiento consiste en que pagas un interés, habitualmente bajo, por el total de esa cantidad; y luego, si haces uso del dinero, un interés mayor por la cantidad que utilices. Normalmente se utilizan las pólizas de crédito para poder afrontar problemas de liquides ante gastos inesperados o retrasos en los pagos que han de hacernos nuestros clientes.

Líneas de descuento: permiten que el banco, a cambio de unos intereses, te anticipe el valor de un título (generalmente letras de cambio ó pagarés) de un crédito que no ha vencido todavía. No tienes que olvidar que en caso de que el cliente no afronte el pago, el banco te reclamará la devolución de la cantidad que te ha anticipado.

Préstamos hipotecarios: este tipo de préstamos es básicamente el mismo que se utiliza por un particular para la adquisición de un vivienda, pero en este caso en vez de ser un particular, será un profesional autónomo o una empresa; y el inmueble a comprar será el local donde vayas a montar tu centro de entrenamiento personal, unas oficinas, o una nave para tu centro de fitness o de Crossfit, etc.

Microcréditos: Se llaman así a aquellos préstamos de pequeña cuantía (hasta 25.000 euros como máximo), y suelen concederse a personas que no pueden demostrar que no disponen de avales personales, de ahí su pequeña cuantía. Además, suelen tener unas condiciones bastantes interesantes, debido a la función social que pretender desarrollar, así es habitual que no tengas las típicas comisiones bancarias, unos tipos de interés por debajo de los que haya en el mercado en ese momento, gran facilidad para los plazos de carencia, etc. 

Es habitual que las entidades bancarias cuenten con líneas específicas para autónomos. Para informarte de ellas, acércate a tu banco habitual y que te cuenten en qué consisten; pero, infórmate con detalle de todas sus características y requisitos, pues es bastante común que tengas que contratar otros productos (este un fantástico ejemplo de venta cruzada) como pueden ser tarjetas de crédito o débito, seguros, domiciliación de recibos, etc. Y es en estos productos donde los costes de estas líneas específicas para autónomos pueden dispararse. 

Otros productos financieros que te ayudarán a vivir del entrenamiento personal:

Conforme va aumentando la cultura financiera de los autónomos y los emprendedores, se van introduciendo una serie de productos financieros que pueden ayudarte a que tu sueño de vivir del entrenamiento personal, se convierta en una realidad. Los más comunes son:

Leasing: No es más que un alquiler con opción a compra de un bien de inversión, que se suele aplicar a bienes de una cierta entidad, como maquinaria, vehículos o un amplio lote de equipos informáticos. Su gran ventaja es que facilita la disposición del bien, aunque lógicamente los intereses son mayores. Pregunta en tu banco si estás interesado. Además es un gasto deducible a nivel fiscal.

El arrendamiento financiero, alquiler con derecho de compra, leasing financiero, arrendamiento por renting o leasing operativo es un contrato mediante el cual, el arrendador traspasa el derecho a usar un bien a un arrendatario, a cambio del pago de rentas de arrendamiento durante un plazo determinado, al término del cual el arrendatario tiene la opción de comprar el bien arrendado pagando un precio determinado, devolverlo o renovar el contrato.

En efecto, vencido el término del contrato, el arrendatario tiene la facultad de adquirir el bien a un precio determinado, que se denomina «residual», pues su cálculo viene dado por la diferencia entre el precio originario pagado por el arrendador (más los intereses y gastos) y las cantidades abonadas por el arrendatario al arrendador. Si el arrendatario no ejerce la opción de adquirir el bien, deberá devolverlo al arrendador, salvo que el contrato se prorrogue.

Renting: El término renting es sinónimo de alquiler a largo plazo de un bien. Mediante el Renting, una compañía (la empresa arrendadora) compra el bien que necesite para tu centro de entrenamiento personalizado (como puede ser una cinta de correr) y lo pone a tu disposición, convirtiéndote en arrendatario de ese bien. A cambio, te compromete al pago de una cuota mensual, por un plazo de tiempo determinado y que incluye una serie de servicios muy amplios, donde como suelen hallarse los gastos de mantenimiento y de seguro incluidos.

Algunas de las ventajas del renting son:

Liberar recursos financieros de las empresas. Estas aumentan su capacidad de endeudamiento pues el alquiler de bienes se refleja, a efectos contables, como un gasto y no como una inversión. Además, se trata de una cuota fija, lo que facilita la planificación en Tesorería.

Aumentar la productividad de los recursos humanos de la empresa, ya que no se precisa personal propio de la empresa para las labores de control de mantenimientos de los bienes, las averías, etc.

Tienes que tener claro cuáles son las diferencias entre renting y leasing: Se trata de dos conceptos que tienden a confundirse dado que ambos se basan en el alquiler de unos bienes a una empresa. La diferencia está en la finalidad del servicio. Así, en el contrato de Renting no figura opción de compra al final del período de alquiler (aunque, si el cliente lo desea, puede optar por pagar el valor residual y quedarse con el bien) mientras que el Leasing siempre va encaminado a la posesión final del bien por parte de la empresa cliente.

Tanto el Renting como el Leasing ayudan a tu empresa a evitar la inversión inicial necesaria para obtener, y mantener, una serie de bienes. Por lo que puede ser una buena opción para mejorar el flujo de caja (cash flow).

Crédito de proveedores o compra a plazos: No es más que sea tu proveedor quien te permite adquirir los productos que necesitas a plazos. Esta fórmula suele utilizarse muchísimo en la compra de maquinaria de cardio y fuerza. 

Confirming: El confirming es un servicio financiero, que ofrece una entidad financiera (o empresas privadas) con tal de facilitarte la gestión del pago de tus compras. Se ofrece para pagar las facturas con anterioridad a la fecha de vencimiento de éstas o para obtener de parte del banco la financiación que el proveedor no estuvo dispuesto a otorgar, de esa forma, la relación entre cliente y proveedor no se daña y el cliente obtiene el plazo que requiere.

Factoring: Consiste en la adquisición de créditos provenientes de ventas de productos o de la prestación de servicios otorgando anticipos sobre sus créditos (lo que te deben tus clientes), asumiendo o no sus riesgos.

Por medio del contrato de factoring cedes una factura u otro documento de crédito a una empresa de factoring a cambio de un anticipo del importe total o parcial. La empresa de factoring deduce del importe del crédito comprado, la comisión, el interés y otros gastos.

Las empresas de factoring suelen ser bancos, cajas de ahorro u otras compañías especializadas.

Ayudas y subvenciones para tu proyecto de entrenamiento personalizado.

Antes de nada me gustaría que tuvieras claro que, por lo general, nunca debes contar con que vas a recibir este dinero, pues, como su propio nombre indica, no son más que un complemento a tu financiación. Nunca, nunca, debe ser uno de los pilares sobre los que se levante tu negocio de entrenamiento personal. Así que, ni se te ocurra condicionar la viabilidad de tu proyecto a ellas.

Dicho lo anterior, es suficiente que sepas que existen varios tipos de subvenciones, y que las más comunes y fáciles de conseguir son:

Para desempleados que se den de alta como autónomos: Consiste en que recibas un pago único de hasta el 100% de la prestación por desempleo que te corresponda, y el resto en cotizaciones a la seguridad social.

Bonificaciones en la cuota de autónomos: Consiste en una tarifa plana de 50 euros y otras bonificaciones para autónomos que pertenezcan a determinados colectivos.

Para la promoción del empleo autónomo: Algunas Comunidades Autónomas siguen ofrecen ayudas a fondo perdido por importes pequeños. Infórmate en tu CC.AA.

A la inversión: No es probable que puedas solicitar este tipo de ayudas si deseas montar un centro de pilates, o de cualquier otra actividad de las que componen el sector del fitness y de la vida saludable, pero nunca se sabe; y tampoco está de más que las conozcas. Algunas Comunidades Autónomas ofrecen programas enfocados a fomentar la creación de empresas innovadoras y/o de economía social, financiando entre el 15% y el 50% de la inversión a realizar. Es también probable que ofrezcan bonificaciones en los tipos de interés de la financiación bancaria.

A la contratación de trabajadores: Suelen ser bonificaciones en las cuotas a la seguridad social que la empresa o el autónomo debe pagar por cada empleado. El importe suele ser diferente dependiendo de las características personales del trabajador contratado.

Si quieres más ideas para potenciar tu negocio de entrenamiento personal:

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