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Cómo elegir un buen entrenador personal

Las claves para saber cómo elegir un buen entrenador personal

Saber cómo elegir un buen entrenador personal es algo imprescindible para toda persona que quiera contratar a uno de estos profesionales del deporte, pues no sólo está poniendo en sus manos sus expectativas de mejorar su condición física, o su aspecto, sino también su salud y su integridad física.
El entrenamiento personal es un servicio que cada vez se consume más en todo el mundo. Ha dejado de ser algo exclusivo, al alcance de unos pocos famosos y deportistas de élite, y se ha convertido en un producto que cada vez más y más personas demandan. Sin embargo, la falta de cultura deportiva de la que adolece la población en general, hace que los clientes tengan enormes dudas a la hora de diferenciar a un buen preparador físico de otro que no lo es. Conocer las claves para elegir el mejor entrenador personal es fundamental para ellos.

Aunque ya llevaba tiempo pensando en ello, el origen de este artículo se terminó de fraguar en la entrevista que me hicieron el pasado día 21 de diciembre de 2017, en el programa de radio “Pulso Empresarial” de Gestiona Radio, que presentan Jesús García y Marta Docampo. En el que Marta me pregunto: “¿Cómo sabemos si un entrenador personal es bueno?”

Por supuesto, esa pregunta no era la primera vez que me la hacían y la brevedad de tiempo de que disponíamos hizo que diera la respuesta que suelo dar en ese tipo de situaciones. Sin embargo, creo que la importancia de esta cuestión merece que profundicemos sobre ella con mayor detalle.

¿Qué es un entrenador personal o personal trainer?

Empecemos por la definición de lo que es un entrenador personal que nos da Roger Earle, en su obra “NSCA’s Essentials of Personal Training”: “Un entrenador personal es un profesional del fitness que se ocupa de la enseñanza y prescripción de ejercicios físicos.”

En esta simple frase ya podemos empezar a encontrar las primeras claves para contratar a un preparador deportivo:

Es un profesional del fitness:

Por lo que ha de contar con una mínima experiencia en el ejercicio de la profesión. Ademas, tiene que tener un modelo de gestión de su negocio, lo que implica que ha diseñado e implementa una serie de procesos y procedimientos con los que poder replicar los éxitos que ha conseguido con otros clientes, y evitar lo errores que haya podido cometer. Y para ello cuenta con el material de entrenamiento adecuado para ayudar a conseguir los objetivos de quien le contrate.

Se ocupa de la enseñanza de ejercicios físicos:

Para lo que debe estar cualificado en actividad física y deportiva, es decir, ha de poseer la formación suficiente para que quien le contrate tenga ciertas garantías de conseguir sus objetivos de manera saludable.

Prescribe ejercicios físicos:

La prescripción es mucho más que decir qué es lo que el cliente debe hacer y cómo en cada momento. Una prescripción eficiente está directamente vinculada con el tipo, el nivel y la intensidad de Confianza que el personal trainer sea capaz de crear con su pupilo. Para ello ha de dominar las bases de la comunicación persuasiva.

¿Qué hace un entrenador personal?

El entrenador personal o la entrenadora personal diseñará para cada persona, un programa de entrenamiento específico y adaptado a la condición física y los objetivos que desea alcanzar. Por ello, antes de hacer que su cliente realice cualquier tipo de ejercicio de entrenamiento, debe conocer y acordar con éste las metas, tanto de mejora de la condición física como de la salud que quiere lograr, y el periodo de tiempo en el que quiere hacerlo. Para poder establecer unos objetivos o plazos realistas y alcanzables, tiene que analizar la condición física de su cliente por medio de un test de aptitud física, con el objetivo de saber cuál es el punto de partida exacto.

Después, en cada sesión de entrenamiento, prescribirá los ejercicios a realizar establecidos en el plan de entrenamiento, prestando especial atención a la correcta ejecución de cada uno de los movimientos que debe realizarse, a la superación de la resistencia al cambio y a la motivación de la persona a la que está entrenando, y felicitando por el esfuerzo y los logros alcanzados.

Finalmente valorará los resultados obtenidos a partir del entrenamiento y las pautas de descanso y nutricionales marcadas. En caso de ser necesario el instructor de entrenamientos personalizados volverá diseñar un nuevo plan de entrenamientos.

Esta opción deportiva es más eficaz que otros tipos de entrenos, como demuestran estudios parecidos al de Steven R. McClaran, “La efectividad del Entrenamiento Personal en el Cambio de Actitud hacia la Actividad Física”. La clave de esta eficacia reside en que el plan de entrenamiento está perfectamente personalizado para encajar con las condiciones y objetivos específicos de cada persona. La celeridad es otra de sus ventajas, pues el asesoramiento del profesional deportivo hace que se consigan mayores resultados con menor tiempo y esfuerzo, pues se elimina una gran cantidad de tiempo invertido en ejercicios ineficaces, o practicados de la forma inadecuada.

Un entrenador deportivo personal debe conocer los límites de su propia especialización, de modo que si sospecha que uno de sus clientes tiene unos objetivos o una dolencia que podría hacer desaconsejable los programas de ejercicios para los que él está capacitado, deberá derivar al profesional adecuado a los objetivos o al problema del cliente.

¿Qué objetivos suelen pedirse a un entrenador personal?

Algunos de los objetivos más habituales, relacionados con la salud, que se piden a este tipo de preparadores físicos son:

– Potenciar las cualidades físicas básicas: Fuerza, Flexibilidad, Resistencia y Velocidad.

Bajar el porcentaje de grasa y aumentar el porcentaje de músculo (lo que reduce el volumen físico del cliente) . En este caso, el entrenador personal suele apoyarse en un nutricionista para las cuestiones de nutrición, ya que es éste quien mejor domina las técnicas antropométricas y el resto de conocimientos necesarios para este fin.

Disminuir la frecuencia cardíaca de reposo, aumentando la frecuencia cardíaca de reserva (diferencia entre frecuencia cardíaca máxima y de reposo). Suele recurrirse a un cardiólogo o médico deportivo para determinar la mejora en este aspecto realizando para ello un electrocardiograma y una prueba de esfuerzo.

Reducir los índices de colesterol LDL mediante el ejercicio físico.

¿Qué preguntar para saber si un entrenador personal es bueno?

Durante más de una década he tenido la oportunidad de entrevistar y seleccionar a muchos cientos de profesionales del fitness. Unas veces me he equivocado y otras muchas he acertado en la elección, lo que ha dado un visión muy precisa de cómo elegir al entrenador personal correcto.

La única manera que tienes de saber si el profesional que tienes delante es un gran personal trainer o no, antes de probar sus servicios, es haciéndole preguntas donde te demuestre que cumple con tus exigencias para contratarle, e investigando para comprobar que las respuestas son ciertas.

Las preguntas las dividiremos en cuatro bloques muy concretos: Formación, Experiencia, Gestión y Confianza. Pero, para poder saber qué preguntas son las oportunas y qué comprobaciones tenemos que realizar, antes debemos conocer un poco más sobre cada uno de estos bloques.

¿Qué se necesita para ser entrenador personal? ¿Qué formación tiene que tener un entrenador personal?

¿Qué estudiar para ser entrenador personal? Es posiblemente una de las preguntas que más se hacen los profesionales de la vida activa y saludable. La profesión de entrenador personal no está homogéneamente regulada y por ello se puede encontrar gran diversidad de profesionales con diferentes formaciones y experiencia en entrenamiento personal. Es conveniente exigir profesionales cualificados, con experiencia y con los recursos necesarios, ya que el ejercicio físico debe prescribirse en la dosis correcta para maximizar sus beneficios y minimizar los posibles “efectos secundarios” perjudiciales.

Si bien la regulación es bastante dispar dependiendo del lugar en el que nos encontremos (hay una gran controversia sobre si debe exigirse o no algún tipo de titulación oficial, amparada en formación reglada, para el ejercicio de la profesión), existen diferentes organizaciones a nivel mundial que buscan unificar los conocimientos y las características que debe de tener un entrenador personal y así poderle brindar a sus clientes un servicio integral en beneficio de su salud. Por mencionar algunas de las más reconocidas a nivel mundial podemos encontrar a la NSCA (National Strength and Condition Asociation) , la NCSF (National Council of Strength and Fitness) o la ACSM (American College of Sport Medicine). Además, en Europa existe el Registro Europeo del Profesionales del Ejercicio Físico (EREPS).

Sin duda alguna la combinación de una titulación universitaria o un título de grado medio, con estas certificaciones nos dará la confianza de que el entrenador personal que tenemos delante, al menos cuenta con la base teórica imprescindible para ayudar al cliente a conseguir los resultados de busca con cierta garantía y unos mínimos de seguridad.

No debemos olvidar, que los avances científicos en lo relativo a los tipos de entrenamientos más eficaces, saludables y seguros, son continuos, por lo que un buen profesional del entrenamiento personal, debe estar formándose continuamente para reciclarse y estar al día en las últimas tendencias y técnicas de preparación física.

Las preguntas que hay que hacer son bastante evidentes:

-¿Qué tipo de formación tienes en entrenamiento personal?¿Cuándo la hiciste?
-¿Estás inscrito en algún registro, colegio o asociación nacional o internacional de profesionales del entrenamiento personal o del fitness? ¿En cuál?

Pídele que te enseñe la titulación o los certificados que dice tener y el carné o la ficha de inscripción al registro, colegio o asociación oportuna.

¿Qué experiencia tiene que tener un entrenador personal?

Un dato que se debe tener muy presente para saber si estamos ante un entrenador personal profesional o no es saber si su fuente de ingresos profesional se deriva únicamente de su labor como personal trailer o si, ésta es un complemente o otra fuente de ingresos principal. Desde mi punto de vista, un entrenador personal profesional es aquel cuya única fuente de ingresos está directamente relacionada con el negocio del entrenamiento personal o de fitness y ha impartido más de 1.000 sesiones de entrenamiento personal o de entrenamiento personalizado. Y punto.

Respecto a la experiencia, personalmente divido a los entrenadores personales profesionales en cuatro niveles:

Nivel Inicial de entrenador personal.

Es aquella persona que lleva menos de 1.000 sesiones impartidas de entrenamiento personal o de entrenamiento personalizado (cuando el entrenamiento es con 2, 3 ó 4 personas). Corresponde menos de a un año de experiencia.

Nivel Medio de entrenador personal.

Es aquella persona que ha dictado entre 1.000 y 2.000 sesiones de diferentes planes de entrenamiento. Corresponde, más o menos, a entre uno y dos años de experiencia.

Nivel Avanzado de entrenador personal.

Es aquella persona que ha dictado entre 2.000 y 5.000 sesiones. Sería el equivalente a entre dos y cinco años de experiencia.

Nivel Experto de entrenador personal.

Es aquel profesional que ha dictado más de 5.000 sesiones. Lo que correspondería a más de cinco años de experiencia.

Normalmente, cuanto mayor es la experiencia mayores es la confianza que el entrenador personal puede dar, pero no debemos olvidar que esa experiencia debe coincidir con el objetivo que el cliente busca. De poco sirve que un personal trainer tenga más de 6.000 horas de experiencia en entrenamientos para pérdida de peso, si lo que se está buscando es mejorar la técnica de carrera.
Cómo ocurre en cualquier otro campo, la mayor o menor especialización de un preparador físico determinará el nivel de eficacia en la consecución de los objetivos marcados. Si el asesoramiento físico se diseña, se implemente y se ejecuta de la manera correcta y con la constancia necesaria, inevitablemente se producirá una mejora en la condición física de la persona, en su capacidad cardiaca y respiratoria y, por su puesto, en su estado general de salud. Y todo ello se consigue sabiendo qué hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo, etc.

Las preguntas que se tiene que realizar para conocer la experiencia son del estilo:

-¿Te dedicas al entrenamiento personal en exclusiva? ¿Desde hace cuánto tiempo?
(Nota: Aunque no lo he comentado antes, las preguntas deben hacerse en tono cordial y no inquisitivo, y dispersas en una conversación para que no parezca un interrogatorio que pudiera incomodar a alguna de las partes).

La comprobación de la experiencia es bastante sencilla en la actualidad, pues basta con investigar un poco en la huella digital que actualmente tiene prácticamente todo el mundo, y en especial este tipo de profesionales.

Las referencias de otros clientes que hayan entrenado con él también son un factor fundamental.

¿Cómo tiene que gestionar su negocio el entrenador personal?

Este punto es mucho más importante de lo que suele pensarse habitualmente, pues el tipo de modelo de negocio con el que gestiona su trabajo el personal trainer puede ser crítico para que se consigan o no los objetivos. Un modelo de negocio bien organizado y estructurado ayudará al preparador físico a hacer en cada momento lo que tiene que hacer, y por lo tanto a estar enfocado en la tarea oportuna, y no distraído en otras cuestiones que le puedan preocupar.

Tener procesos para organizar el día, la semana, el mes y el año, utilizar protocolos de trabajo y mejorarlos continuamente es imprescindible para que el profesional tenga éxito y por ende el cliente.
Dentro de la gestión se incluyen también aspectos tan específicos como, qué tipo de material de entrenamiento debe disponer siempre en perfectas condiciones, el tipo de seguro de responsabilidad civil que tiene contratado o el tipo de contrato que utiliza con los clientes.

Basta con preguntar si tienes contratado un seguro de responsabilidad civil que le cubra para el ejercicio de la profesión, y si se firma un contrato con el cliente, para saber si nos encontramos ante un entrenador personal profesional o no.

La comprobación es tan sencilla como que nos los muestre.

¿Cómo tiene que motivar un entrenador personal? La Confianza como herramienta de trabajo.

El instructor de entrenamiento personal ha de dominar la persuasión para poder superar la resistencia al cambio y la reducción en la motivación que todo cliente sufre en diferentes fases del plan de entrenamiento.

Tiene que saber cómo comunicarse con su cliente para lograr crear una fuerte relación basada en la confianza. Por supuesto, este elemento es muy subjetivo, aunque existen técnicas para desarrollar la capacidad de generar confianza en el otro, normalmente nos dejamos guiar por nuestra intuición.

La última pregunta que se tiene que hacer para saber si se está ante un buen entrenador personal es preguntarse a si mismo si esa persona nos genera confianza. Piensa que algunas de las cualidades que estos profesionales de la actividad física deben tener son, predicar con el ejemplo y mantener una estricta confidencialidad de los datos, la información y las “confesiones” que le hacen durante el entreno… Si la respuesta a la pregunta es “sí”, ha llegado el momento de que pases a probar una sesión de entrenamiento con ella. Si es “no”, sigue buscando, antes o después encontrarás al profesional adecuado.

 

Si quieres más ideas para potenciar tu negocio de entrenamiento personal:

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